Floyd Mayweather simplemente siendo Mayweather

El siempre polémico exboxeador estadounidense, Floyd Mayweather, fue una gran figura del cuadrilátero, en donde ganó como amateur una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 y 15 títulos en cuatro categorías diferentes como profesional.

Su legado incluye una marca de 50 triunfos por 0 derrotas, algo que pocos pueden presumir.

Además, el también empresario, entre los cuales destaca su table dance y su propia promotora de box, también es muy conocido por su otra gran pasión: el dinero. Es por esto que lo apodan como “The Money“.

Durante su carrera, Floyd Mayweather se convirtió en el rey del Pago por Evento, lo que lo llevó a firmar en 2012 un trato con Showtime valuado en 450 millones de dólares, de los cuales se reportó que mínimo se llevó unos 200. Este fue el contrato más caro en la historia del boxeo.

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En 2017, cuando peleó con el irlandés y excampeón de la UFC, Connor McGregor, se dice que ganó entre 100 y 200 millones de dólares, lo que impulsó su fortuna a los mil millones.

Sin embargo, no solo ha obtenido dinero con los puños, también lo hace con apuestas. Mayweather constantemente presume en sus redes sociales fajos de billetes que obtuvo en juegos, tan recientemente como el pasado jueves 5 de noviembre.

Esa noche, pese a la pandemia de COVID-19, el boxeador estuvo en el Swim Stadium, parte del lujoso casino Circa de Las Vegas donde además las meseras atienden en bikini, para ver el juego de la NFL entre los Empacadores de Green Bay y los 49’s de San Francisco, ganando unos 200 mil dólares.

“Para obtener el verde debes apostar al verde”, escribió en Instagram junto a una foto de su ticket ganador.

Después, se filmó con sus fajos de dinero en su lujoso Chevrolet Super Sport.
En una ocasión se reportó que llegó a ganar hasta 3 millones en el futbol americano colegial y se llevó la humilde cantidad de 20 mil dólares tras apostar 6 mil 500 en la pelea entre Teófimo López y Vasyl Lomachenko, la cual ganó el primero.

En 2015 casi ganó el medio millón en cuatro días de apuestas en juegos de la NBA y 200 mil a los Halcones Marinos de Seattle sobre Washington en un juego de la NFL.

“Todos los días, tienes que encontrar un (juego) en el que realmente creas y sientas que tienes las ventajas y ese es el que estás cargando”, dijo alguna vez cuando se le preguntó sobre sus apuestas.

Tal vez lo más curioso es que hasta llegó a apostar a sí mismo.

Ha sido tanta su pasión que incluso que ya muchos consideran que tiene un vicio, el cual él muy probablemente se atenderá. 

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